"Por una cabeza"
Carlos Gardel "el Zorzal Criollo"
Ícono del tango en Medellín
ANTES
El Tango fue en sus inicios el género que
acogieron las clases bajas en Medellín gracias a la identificación con sus
letras melancólicas, arrabaleras y un tanto burdas para la época. La muerte de
Gardel en la ciudad es sin duda un acontecimiento que marca un antes y un
después en el auge de este ritmo originario de Argentina; es en ese momento, en
el que la población comienza a apropiarse del género y a construir una
tradición que se conservaría incluso con el apogeo de otros géneros musicales.
Imagen de Carlos Gardel ubicada en la entrada
de la Casa Gardeliana
La
Carrera 45 es el lugar idóneo para explorar a fondo las memorias detrás de este
Patrimonio Cultural. La Avenida Carlos Gardel, como también se le conoce, cuenta con muchos elementos que constituyen la
tradición tanguera –estatua en honor al Zorzal Criollo, Casa Museo Gardeliana,
Café Alaska, por mencionar algunos- y con varios personajes que de una u otra
forma están comprometidos con la difusión del género y la permanencia de este
en la vida de jóvenes y adultos.
Casa Gardeliana
Carrera 45 - Barrio Manrique
Medellín
Tomada de: picasaweb.google.com
DESPUÉS
El tango continúa siendo un componente
esencial dentro de la historia de La 45. Aunque su popularidad no es la misma
debido a la aparición de otros géneros musicales, la tradición que muchos se
esfuerzan por mantener dan cuenta de la importancia histórica y cultural de las
melodías de arrabal.
La Casa Gardeliana es aún un referente necesario e importante en la historia
del Tango en Medellín. ¿La razón? Es el recuento en imágenes más evocador y
completo que puede encontrarse y que está abierto permanentemente a la ciudadanía
de manera gratuita gracias a la Alcaldía. El Zorzal Criollo cobra vida en este lugar.
Casa Gardeliana actualmente
Carrera 45 - Barrio Manrique
Medellín
Desde los colores de la fachada hasta el fondo del recinto, pueden
leerse mensajes que aluden a sitios y personajes importantes en la construcción
histórica de este género.
Estatua en honor a Carlos Gardel
Por el
estado en el que se encuentra, es posible deducir que esta imagen no representa
la importancia que en su momento tuvo el homenajeado. Las placas que rodean la
escultura están oxidadas –algunas incluso se han caído-. Este espacio se
convierte entonces en lugar de paso para muchos o en el punto de referencia para otros.
Alumnos Casa Gardeliana
Los niños se han convertido en
protagonistas de la transformación y la permanencia del tango en la Avenida
Carlos Gardel, y en general, en toda la ciudad. El interés y conocimiento que
adquieren en sus clases de baile, hacen posible que se genere mayor conciencia
en cuanto a las letras y las emociones a las que apela un género como este.
Los referentes familiares, el vox pópuli y el
peso de la historia sobre La Carrera 45, son los tres aspectos que contribuyen
en mayor medida a mantener la tradición tanguera –pese a las modificaciones y
nuevas apropiaciones del género-, conservando no solo las colecciones de discos
y películas, sino los recuerdos que evocan las melodías, pues, aunque resulte
extraño, la nostalgia por aquellos momentos que al parecer no volverán, son el
principal aliciente de muchos a seguir escuchando las letras que por unos
cuantos minutos harán un poco más nítidas las imágenes del pasado que amenazan
constantemente con borrarse para siempre.
Es evidente el cambio en las preferencias
musicales de muchos habitantes de La 45 en la actualidad. No obstante, el aire
de Tango se percibe todavía en lugares específicos (Casa Gardeliana, Alaska,
Tangovía, entre otros) a pesar del aparente desinterés por cultivar la tradición en el que se supone es el
Epicentro del Tango en Medellín.
El espacio público se convierte en el escenario donde
se comparten los patrones culturales, donde interactúan los ciudadanos y se generan igualmente los cambios –positivos o negativos-, que afectan a toda
la comunidad.
El
Tango ya no es solo un género musical: es toda una historia de vida, producto
de quienes plasman sus experiencias en las letras. La tradición parece resistir
al paso del tiempo y sus consecuencias. El tango es nostalgia y recuerdo, es
evolución y esencia…Las mismas calles lo dicen: “El Tango es un sentimiento triste que se baila”.
"Cambalache"
Enrique Santos Discépolo
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